Marta Cano Miñarro

01.12.2022

Marta Cano (2000) anunció su retirada de la competición el pasado junio.

La nadadora madrileña, que se dio a conocer en el año 2012 con sus primeras medallas en campeonatos de España, dejó la natación con un importante currículum, destacando su participación en varias competiciones internacionales en categorías inferiores, como el mundial junior del 2015 o los Juegos Europeos de ese mismo año, y su convocatoria para los Juegos del Mediterráneo del 2018, ya como nadadora absoluta.

Sus comienzos fueron en el Rivas y posteriormente se incorporó a las filas del Real Canoe N.C, con quien compitió hasta su última competición en España, la Copa de España de clubes, donde su club volvió a la división de honor nacional.

Ahora, está centrada en su trabajo, concretamente en el laboratorio del Texas Medical Center después de acabar sus estudios en Rice.

El pasado junio anunciaste tu retirada de la competición. ¿Cómo estás viviendo estos meses fuera del agua?

Sigo entrenando de forma menos frecuente. La gente que me conoce sabe que es difícil separarme de mi elemento, pero aun así echo de menos los retos y entrenar para algo más grande que mis objetivos personales. Estoy trabajando en un laboratorio del Texas Medical Center con intención de empezar el doctorado en 2024 y sigo involucrada con el equipo de Rice en mi tiempo libre. 

Desde tu primer campeonato de España en 2012 empezaste a destacar a nivel nacional, con numerosas mejores marcas nacionales de edades e incluso con medallas a nivel internacional en campeonatos de referencia en categoría infantil como la FOJE o la COMEN. ¿Con qué campeonato internacional te quedarías?

Guardo muy buenos recuerdos de los campeonatos internacionales de edades, pero sin duda me quedo con los Juegos del Mediterráneo de 2018 en Tarragona. Cuando te haces mayor, aprendes a valorar las cosas más. Recuerdo la temporada 2017-2018 con mucho cariño y clasificarme para los JJMM fue la guinda del pastel. Supe en todo momento la suerte que tenía de estar allí y lo disfruté de principio a fin.

¿Sentiste la presión de seguir con esa gran progresión posteriormente en la categoría absoluta?

Cuando yo me fui a Estados Unidos, el irse o quedarse era desde luego un tema de debate público. Yo no me fui porque estuviese quemada en el Canoe ni mucho menos, me fui con ganas de trabajar y de ser ambiciosa. La natación es prácticamente un deporte de equipo en EEUU y eso rebaja la presión de los objetivos personales sin quitarle importancia. Dicho esto, por supuesto que se siente presión al pasar a categoría absoluta. Es una transición difícil por naturaleza y opino que hay que hacer más esfuerzos por apoyar el talento en España. Concentraciones absoluto-joven, convocatorias, recursos, etc. Entiendo que es más fácil plantear la idea que ejecutarla, pero creo que aun así es necesario para nuestro deporte.

Desde pequeña estuviste becada en el centro de tecnificación de la madrileña. ¿Consideras que el centro es una buena opción para posteriormente dar el salto a la categoría absoluta? ¿Qué recuerdo te llevas del CTN?

Ésta es una pregunta complicada. El CTN tiene cosas buenas y cosas no tan buenas y sería hipócrita no contarlas todas. Yo recuerdo mis años en el CTN con muchísimo cariño. Todos y cada uno de mis entrenadores me ayudaron a convertirme en la nadadora y persona que soy hoy. El CTN ofrece facilidades que son muy difíciles de encontrar, como las instalaciones, el horario compatible y las ausencias justificadas. Pero implica mucha presión también. Clasificarse para un europeo a los 15 no puede ser cuestión de vida o muerte. El objetivo tiene que ser aprender mucho y bien, no poco y rápido. Los objetivos del CTN deberían ser construir una buena base (técnica, volteos, planteamiento de prueba, entrenamiento mental, etc.) para rendir en categoría absoluta. Mi impresión es que se tiene mucha prisa para explotar el talento en categorías inferiores y a la larga no es sostenible.

Cuando acabaste tu etapa en el centro, estuviste un año entrenando en el Real Canoe. Volviste a dar un salto importante de calidad y te clasificaste para los Juegos del Mediterráneo. ¿Cómo fue para ti el cambio? ¿Qué te llevas de tu temporada entrenando en el Canoe?

Realmente no hay palabras para agradecer la paciencia y el cariño de Taja y Guru esa temporada. Eso y el trabajo bien hecho fueron clave para clasificarme para los JJMM. Me sentí muy arropada por mis entrenadores y nos lo tomamos con mucha paciencia. El pobre Taja se quedaba 45 minutos más con María (Artigas) y conmigo a recuperar metros por las mañanas porque llegábamos tarde por las tardes, entre otras muchas cosas. El Canoe me dio una visión nueva del deporte: esforzarse no significa sufrir. Cuando dejé de sufrir, empecé a entrenar mejor. Claro que hay baches, pero para eso estaban mis entrenadores y mi familia. Me dio mucha pena irme a EEUU y me hacía muy feliz volver a nadar con el Canoe los veranos. Taja, Guru, Alfonso y Miguel son entrenadores extraordinarios y siempre les estaré agradecida.

Una vez finalizado 2º de bachillerato, haces las maletas y te marchas a Rice University en EEUU. ¿Por qué EEUU y concretamente Rice?

Estudiar siempre ha sido lo primero, pero nadar es mi pasión. La gente que me conoce sabe lo feliz que me hace entrenar todos los días. Estudiar y entrenar en España es posible, pero muy difícil. En EEUU no me he saltado ni un solo entrenamiento por estudiar o una clase por nadar, no he tenido que sacrificar nada. Sabía que mis marcas me darían acceso a buenas universidades de NCAA D1 y quise aprovecharlo. Rice tiene un muy buen equipo de natación y es académicamente una de las mejores universidades del país. Simplemente no podía dejar escapar una oportunidad así. Vivir en el extranjero a los 18 es una experiencia incomparable.

¿Volverías a elegir irte a EEUU?

Sí, mil veces. Después de mi primer año, me senté en el salón de casa llorando y le dije a mis padres que no quería volverme a Houston. La cultura, el idioma, los amigos, la familia...fue una adaptación difícil. Dos años después, fui elegida capitana del equipo por mis compañeras. Y a día de hoy, ejerzo de entrenadora voluntaria por un total de $0 al mes. Con eso, te lo digo todo. Nadar en Rice ha sido la experiencia de mi vida. Los días que no quería entrenar por mí, lo hacía por mi equipo. Fue un reto importante en mi vida que me hizo madurar mucho. Nunca he sido tan feliz nadando y me da mucha pena que llegase a su fin. Estoy muy agradecida por mis 4 años allí y lo volvería a hacer una y mil veces. Soy mucho mejor nadadora que cuando me fui. 

Una vez terminados tus estudios, ¿qué ventajas y desventajas le ves a la opción de irte a EEUU?

A veces escucho a gente decir "si X persona se hubiese quedado en España en vez de irse a EEUU, habría sido mejor nadador@". Si X se hubiese quedado en España, quizás ni siquiera hubiese nadado. Yo en EEUU tenía cuatro entrenadores, fisio y médico disponible de lunes a sábado, 2 personas por calle, ausencias permitidas para competir, horarios compatibles, servicio médico y psicológico, tutores académicos gratuitos, academic advisors y mil recursos más. De la NCAA salen una docena de estrellas internacionales todos los años, eso es un hecho. Es un sistema que funciona y produce talento.

No sólo me he sentido apoyada como nadadora, sino como estudiante también. Existen muchos recursos para ayudarte a ser un buen estudiante y encontrar trabajo después. No conozco a nadie que haya querido quedarse a trabajar en EEUU y no haya podido. En España, hubiera sido imposible encontrar un trabajo como el que tengo a los 22 años sin máster ni doctorado. 

Tal vez sorprendiera a muchos tu decisión de dejar la natación, pues en noviembre volviste a nadar en tiempos muy competitivos en los nacionales de corta e hiciste una gran Copa de España. ¿Cuando supiste que era el momento de dejarlo?

No hubo un momento. Desde que empecé a entrenar en el Canoe y posteriormente en Rice, no ha habido un día que no amase entrenar ni que dejarlo se me pasase por la cabeza. Pero no hay que cerrarse a nuevas oportunidades. Por suerte, me salió una oportunidad buena de trabajo aquí y no pude dejar pasar ese tren. Si eso no hubiese pasado, ahora mismo estaría bajo las órdenes de Taja en Madrid otra vez. Pero la carrera de una científica es larga y no quise posponerla aún más. Me da pena decirle adiós a la natación, pero no tengo resentimientos porque la he disfrutado hasta el final. Aunque si me encuentras en Houston, es muy probable que sea en una piscina.

¡Animo a la gente a que contacten conmigo si necesitan algún tipo de ayuda yéndose o adaptándose a EEUU!


¡Muchas gracias por tu tiempo, y muchísima suerte en esta nueva etapa, Marta!

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar